El Servicio Nacional del Trigo (SNT) se creó en 1937. Eran tiempos de guerra civil y necesidad y el bando franquista decidió controlar el cereal para abastecer tropas y población civil. Tratando de ordenar la producción y distribución del trigo y sus derivados y de regular su precio, en 1946 se encomienda al SNT la construcción y mantenimiento de la Red Nacional de Silos para la recepción, tránsito y reserva de grano y para almacenar las semillas de siembra, las “catedrales olvidadas” en la poética designación que propone César Azcárate Gómez en su libro sobre estas construcciones. Esta colección comprende fundamentalmente los proyectos de construcción de silos y graneros en Extremadura.